Elegir
la baraja y tipo de tirada
Existen
diferentes tipos
de mazos para interpretar el tarot,
desde el Gitano, Egipcio u otros personalizados. Muchos especialistas
en la materia recomiendan comenzar por las barajas más
tradicionales, siendo las de Marsella y Rider
Waite las
más populares.
El tipo
de tirada es
clave a la hora de leer el tarot.
Son muchas las formas de
interpretar las cartas, cada una diseñada para obtener diferentes
resultados como resolver problemas, reflexionar, conocer el presente
o recibir un consejo sobre el futuro.
Es
importante mezclar
las cartas un
tiempo prudente antes de, cómo se determina en el tarot, bajarlas a
la mesa. Muchos tarotistas realizan cortes y cambios de mano al
comenzar una sesión, lo que también es posible para quien desee
incursionar en la disciplina.
Interpretar
una única carta de tarot
Este
tipo de lectura es utilizado para dos tipos de ejercicios.
El primero consiste en obtener respuestas de sí o no. El segundo,
refiere a la búsqueda de un consejo, mensaje del día o reflexión
del presente. Se comienza barajando y dividiendo el mazo en tres. Se
escoge una única carta de uno de estos. En el caso de buscar una
respuesta en especial, se deberá formular la pregunta previamente.
Para
un análisis general, es
recomendable guiarse por el significado de la carta y las
observaciones que
esta hace. Asimismo, los detalles de la misma podrán dar mayor
información para una interpretación amplia.
Lectura de
tres cartas
Este
método es
utilizado para conocer de manera rápida la energía actual de una
persona y
tomar consciencia sobre aspectos inadvertidos o posibles obstáculos
en el futuro. Se colocan tres cartas boca abajo en fila. Su
descubrimiento será de izquierda a derecha, representando cada una
un momento en particular:
Primera:
pasado
Segunda:
presente
Tercera:
futuro
Es
recomendable
anotar
las primeras percepciones que se tienen al momento de girar cada una
de las cartas.
Muchas veces, lo primero que ocurre en la mente, se ve influenciado
por la intuición,
herramienta clave en las lecturas del tarot.
Tirada de
cinco cartas o cruz
El
nombre de esta variante se debe a la forma que toma cuando se
baraja. Se
encuentra orientada a tratar un problema en particular.
Se deberán colocar cuatro cartas alrededor de una principal,
formando la forma de una cruz.
La
disposición se da en sentido de la carta central,
respetando el siguiente orden: izquierda, derecha, arriba, abajo y
centro. Todas estas simbolizan:
La
carta de la izquierda: muestra lo positivo, las cualidades, los
aspectos por los cuales el consultante puede sentirse agradecido.
Asimismo, representa las fortalezas de la situación por la cual se
realiza la consulta.
La
carta de la derecha habla de las desventajas, problemas o
situaciones difíciles.
La
carta de arriba analiza de la forma más objetiva el conflicto y el
pasado de tal.
La
carta del centro muestra la conclusión, determinación o resolución
de la consulta.
La
carta de abajo muestra una proyección del futuro, en relación a la
carta del centro.
Lectura de
nueve cartas de tarot
Una
de las sesiones más completas de tarot, incluye
una tirada de nueve cartas.
Su interpretación se guía en un orden determinado, asignando a cada
figura un significado en particular. En esta lectura, se escogen las
cartas y se ordenan en tres filas, de tres cartas cada una. Se
organiza el análisis de izquierda a derecha, con la siguiente
simbología:
Primera:
el presente del consultante, su individualidad y la percepción
sobre sí mismo.
Segunda:
conflictos, problemas, dudas, cuestionamientos o incertidumbres,
orientados al verdadero motivo de la consulta al tarot.
Tercera:
señala el origen, los motivos o situaciones que provocaron la
situación que señala la carta anterior.
Cuarta:
representa el pasado de la persona, desde un punto de vista general.
Quinta:
muestra las debilidades del individuo, especialmente aplicadas al
tema a consultar.
Sexta:
son los puntos fuertes, la oportunidad y capacidades que posee para
resolver sus problemas y lograr lo que desea.
Séptima:
instruye los elementos y decisiones a tomar para conseguir lo que se
desea y solucionar lo que se deba.
Octava:
refuerza la carta anterior y señala las aptitudes mentales y
espirituales del consultante para conseguir su objetivo.
Novena:
es una carta de cierre y conclusión, que muchas veces señala un
posible futuro.
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